¿El Ocaso del remanso de Paz ?

El día miércoles 25 de Enero de  2012 era un día normal para los  residentes en el casco municipal de Caimito, las actividades en las oficinas de gobierno, centro de salud y Banco Agrario se desarrollaban de manera normal, solo que muchos ciudadanos se disponían a cobrar ese día el subsidio a los damnificados por el invierno  ofrecido por el Gobierno Nacional.

A medida que transcurrían las horas a la cabecera pueblo empezaron a llegar personas procedentes de los corregimientos de Caimito que han padecido las inclemencias del fuerte invierno en toda su magnitud, con el ánimo de poder aliviar su situación económica mediante el cobro de $1.400.000 proveniente de los auxilios y de esta manera ver cumplida la promesa del gobierno nacional y con ellos llevar algo de alimentos a sus hijos dejados en sus hogares.

Efectivamente los subsidios estaban siendo cancelados en la Banco Agrario y 36 supuestos damnificados tenían caras felices, pues ya habían cobrado  su subsidio. Cuando muchos de los llegaron de los corregimientos y caseríos fueron a consultar su nombre y entre los 349 habilitados para pago y no encontraron sus nombres en la lista, empezaron a revolucionarse  y al no tener una respuesta satisfactoria de parte de los funcionarios de la Administración, generaron una protesta que inicialmente tubo el carácter de pacífica, pero los ánimos se fueron caldeando y de manera violenta agredieron a algunos funcionarios de la administración y terminaron lanzando piedras y objetos que causaron destrozos a la Alcaldía y el Banco Agrario; la fuerza pública tuvo que intervenir y pedir refuerzos para poder controlar la turba de más de 500 personas..

El resultado de dicho acto fueron  pérdidas materiales en vidrios y equipos de oficina, varias  personas de la administración municipal lesionadas, especialmente el personero, 3 agentes de la policía heridos y destrozos  a la Alcaldía y el Banco Agrario; afortunadamente sin casos que lamentar. Esta protesta fue conjurada ante la intervención del señor Alcalde Lázaro Pinto ,  quien se comprometió ante los representantes de las comunidades a revisar los listados y además aseguró que no existen entre los listados personas de su actual administración.

Al consultar a los dirigentes de la protesta del porqué de la misma, nos manifestaron que no han recibido los subsidios ofrecidos por el gobierno como damnificados que son de la ola invernal, mientras que en la lista actual que están pagando hay muchos colados, que viven en el casco urbano de Caimito, que nunca se han mojado un pie durante el invierno, otros que son dueños de Discotecas, tiendas, restaurantes e incluso empleados y familiares  de la actual administración que ya han recibido  los subsidios y en cambio para ellos cada vez que vienen a reclamarlos encuentran algún inconveniente o excusa y nunca les pagan, situación que les llenó la copa.

Además aducen los dirigentes que las ayudas físicas y los auxilios de arriendo prometidos no les están llegando, que existen almacenados en una bodega unos 5.000 listones y 20.000 láminas Zinc enviados por el Gobierno Nacional para los damnificados por el invierno en Caimito y que estos son entregados a conveniencia, utilizando la filiación política y dependiendo  por quien se haya votado en las pasadas elecciones.

El resultado final de esta protesta es que los auxilios para los damnificados en  Caimito quedan suspendidos, hasta que una la comisión procedente de Bogotá realice nuevamente la evaluación de las viviendas teniendo en cuenta los núcleos familiares y no por casa como se tenía previsto antes, lo que había generado algunas inscripciones irregulares como denunciaron las comunidades.

Los representantes de la Unidad Nacional de Gestión de  Riesgos de la presidencia de la República,  William Serna y Rubiel Ramírez, acompañados de la secretaria de Gobierno del departamento, Katiuska Fernández y el jefe de la oficina de Atención y Prevención de Desastres José Nicolás Vega Lastre, escucharon a los representantes de las comunidades para conocer detalles de la situación generada con el pago de subsidios a damnificados.

Este será un día histórico en Caimito, teniendo en cuenta la tranquilidad con que se vive en este municipio catalogado como remanso de paz;  fue alterada por un caso de corrupción producto de la voracidad de algunos funcionarios y de la politiquería con que se maneja este municipio.

Ojalá no sea el “principio del ocaso del remanso de paz”, pues se asoma un leve despertar en los ánimos de los Caimiteros, cuando de reclamar sus derechos se trata, campanaso de alerta para las administraciones actuales y venideras.